ARTESANÍA:

Si ya de por si la creación-construcción de un hórreo se trata de una obra de artesanía, arquitectura en madera, la miniaturización podría denominarse como el arte de esculpir a pequeña escala.

ANDRÉS BRAVO:

La labor de un miniaturista requiere un alto grado de paciencia y entusiasmo, dedicación y delicadeza; la talla de cada pequeña pieza, de los detalles, suponen un mimo extremo. Aquí pretendemos mostrar con detenimiento esta tarea y acercarla a todo aquel que valore su trabajo.

Andrés Bravo lleva toda su vida de adulto extrayendo de la madera las formas necesarias para formar hórreos. Afición a la que dedica gran parte de su tiempo libre. Lo que comenzó como un pasatiempo, forma parte ya de su día a día.

Todos los que le conocen pueden presumir de adornar su vivienda con alguna de sus pequeñas maravillas.

Entregado a su pasión ha ido estudiando, indagando, buscando…, en definitiva, conociendo más sobre orígenes y morfología de este elemento arquitectónico asturiano por excelencia.

Actualmente continúa ejerciendo esta actividad, ampliando su creación a todo tipo de construcciones propias del territorio astur y sus alrededores. Mostrando hasta el más mínimo detalle, prueba de las diferencias  que los hórreos ofrecen entre zonas; adornándolos con herramienta y demás elementos característicos del lugar y del propio edificio.